El día 18 de abril publique en mi blog un documento
denominado “el miedo como instrumento de gestión” y el día 19 de abril, envié
el mismo artículo a cartas al director, con algunas omisiones del documento
original para adecuarse al formato exigido por el diario (no deben superar los
1000 caracteres)
En términos públicos se manifestaron dos opiniones por
escrito. A una de ellas no me referiré, porque mi intención nunca ha sido bajar el nivel del debate, es más en el
artículo, se fundamenta cada una de las afirmaciones. La segunda opinión, me
parece relevante y por ello la comentaré en dos de sus apreciaciones: “algunos personeros se quedan simplemente
en el ataque y la descalificación del otro”, la persona que realiza esta
afirmación, se equivoca profundamente. El documento en ninguna de sus partes
cae en descalificaciones personales de ningún tipo. Cada uno de mis dichos son
fundamentados con elementos concretos y que son de conocimiento público. Para
mayor abundamiento muchos de los elementos se encuentran registrados en El
Diario Austral de Osorno y otros medios electrónicos.
En segundo termino sostiene que mis argumentos, “muestran una pobreza inquietante en materias de ideas y propuestas
concretas para sentar las bases de una propuesta de desarrollo comunal”.
Debo pedir disculpas, por no estar a la altura de quien sostiene dicha afirmación. Debo afirmar,
que en este artículo no estuvo en mi horizonte plantear propuestas de
desarrollo, sino que pretendía realizar una crítica política, válida desde mi
punto de vista. No obstante aquello, en el mismo documento, hago un llamamiento
a trabajar unidos por OSORNO, con ciudadanos dialogando activamente con las
autoridades y sobre todo abogo por una real integración de OSORNO.
Con el fin, de reafirmar mis planteamientos, debo sostener
que el miedo no es casual, es más, ha sido utilizado como instrumento eficaz de
dominación por parte de sistemas totalitarios (personajes como Stalin y Hitler,
por mencionar solo algunos).
En los regímenes democráticos, el uso del miedo es mucho mas
sofisticado, pero no por ello, no se deja de utilizar. Hay autoridades que han
utilizado el miedo como un pilar fundamental para aumentar su poder.
Obviamente, los niveles comunales no escapan a esta tentación. Raúl Herrera,
estudia este fenómeno, en un documento denominado “El miedo como Instrumento de
gestión: El caso JVR”. La ex alcaldesa y ex intendenta de la octava región, al
asumir como intendenta, planteo en una entrevista para El Mercurio, lo
siguiente: “…ahí aprendí (en la
Municipalidad) que para que esto
funcione, uno tiene que mandar. Y si uno no puede lograr que la amen, tiene que
lograr que le teman, eso funciona…”
Quienes utilizan el miedo como instrumento de poder,
amenazan, atacan, acosan y persiguen a sus oponentes, después de todo es un
método fácil, barato y efectivo para paralizar a sus adversarios y evitar que estos se movilicen para alcanzar
una organización mas integradora, horizontal, dialogante y sobre todo fundada
en la confianza.
En los próximos días escribiremos algunas ideas y programas
que ayuden a la discusión de como lograr una base de ideas de acuerdo con
el OSORNO, que los osorninos desean.
Jorge Tejeda Roa
Presidente Provincial PRI
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